Si algo se le puede reconocer a Mauricio Macri es que cuando quiere ser picante, lo sabe hacer. Bastó una visita a Joaquín Orales Solá en TN para dejar una frase que no se olvidará fácilmente.

No es sencillo -hay que tener una cara muy dura- para sostener al mismo tiempo una flexibilización laboral que le quite derechos a los trabajadores y al mismo tiempo montarse en la historia de lucha a favor de la organización a través de sindicatos y defensa de las paritarias del peronismo.

Pero llegar al punto de plantear que en caso de estar vivo el mismo Juan Domingo Perón despreciaría al partido que lleva su nombre para afiliarse a Juntos por el Cambio, es ir realmente muy lejos.