Carlos Maslatón lo estaba esperando a Ramiro Marra y con lo números en la mano lo atendió sin guardarse nada. Primero lo ridiculizó al decirle “lograste fama personal pero quedaste como un salamín con queso de la política municipal”, usando un antiquísimo insulto.

Luego lo atacó por su raíz ideológica al señalar que “desacreditaste al liberalismo argentino hablando pelotudeces por la televisión”.

Y finalmente le lanzó una dura acusación: “Animate ahora a visitar los canales para pedir que me censuren del aire, fascista”.