Después de que el Pitu Salvatierra demostrara que Soledad Acuña renunció a lo que nunca pudo haber sido, le tocó el turno a Mariano Hamilton de encargarse de ella.

Y el panelista de Duro no tuvo contemplaciones ya que se quedó en el discurso de odio que enarboló para criticar al peronismo, acentuando aun más el impacto de la grieta.