La oposición pareciera tener poco de qué agarrarse para criticar al gobierno nacional. Será por eso que sus dirigentes y el periodismo adepto dedican horas a un tema de poca importancia como la cantidad de veces que la Presidenta utiliza la cadena nacional.

"Si fuera el dueño de un medio masivo pensaría la posibilidad de declararme en rebeldía y no emitir la cadena nacional", alentó Majul aun sabiendo que la cadena está contemplada por la Ley.

Al respecto, Mauricio Macri dijo que "les garantizo que no voy a salir por cadena, los voy a dejar a todos tranquilos en su casa", dijo.

Es curiosa la relación entre "usar la cadena" y "dejar tranquila a la gente". Tal vez el presidenciable de Cambiemos considera que, en caso de llegar al poder no le va a comunicar a los ciudadanos las decisiones que toma desde el sillón de Rivadavia. Las experiencias en las que el pueblo quedó ajeno a las decisiones no han sido precisamente las más favorables para las mayorías.

Por otro lado, el presupuesto millonario (y sospechoso) que el gobierno de la Ciudad invierte en publicidad, ¿no es también invadir a la gente?

Macri dijo además que las cadenas son una "falta de respeto, de invasión permanente del ciudadano por parte del que gobierna es la antítesis de lo que uno tiene que hacer en el Siglo XXI".

El Jefe de Gobierno porteño está procesado por escuchas ilegales. Es decir, utilizaba a las fuerzas de seguridad para espiar gente, por ejemplo políticos de la oposición, o hasta su cuñado, sin que estuviera en el marco de una investigación policial.

Para Macri la "invasión" es utilizar la cadena, pero pinchar teléfonos no. Los argumentos de los que se agarra la oposición para cuestionar al gobierno dejan mucho qué desear.