A todo el mundo del medio periodístico se le hace duro pedir explícita y públicamente que levanten un programa de televisión, teniendo en cuenta los puestos de trabajo que se pierden.

Más allá de quienes ponen voz y rostros en pantalla, se quedan sin trabajo camarógrafos, productores, periodistas, técnicos...

A Luis Majul eso no le mueve un pelo; más aún, no hay foro donde no demuestre su inquina contra 678 y su felicidad porque el ciclo termine a fin de año, como lo anunció el responsable de Medios Públicos, Hernán Lombardi.

Para hombres como el conductor de 'La cornisa', la libertad de prensa en la Argentina se reduce a que los medios monopólicos puedan decir lo que se les ocurra sin ninguna voz que revele los entresijos de sus intereses económicos y políticos.