Le costó un montón. Tanto que sus argumentos bien podrían usarse para demostrar que Javier Milei, lejos del liberal que dijo ser, es ni más ni menos que un mandatario que la derecha siempre definió como "populista".

Es que el esfuerzo que tienen que hacer los medios hegemónicos para explicar por qué, en nombre de la libertad, los libertarios, con el apoyo de Mauricio Macri, se llevan puesta las reglas de la Democracia, es realmente grande.

Tan grande y tan difícil que cuando lo quieren ayudar, lo hunden.

Para salvarlo, el periodista Gonzalo Azíz, intentó comparar a Milei con el presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson, quien hacía gala de su estilo de conducción de “democracia directa”. Es decir, el mandatario creía que interpretaba y encarnaba los deseos del pueblo, por sobre lo que digan y opinen los partidos políticos y los legisladores.