Es una sutil forma de diferenciarse del resto de los dirigentes de Juntos por el Cambio -aunque muchos como Santilli, Monzó, Ritondo o la propia Patricia Bullrich provengan del peronismo- y limar asperezas buscando votos del otro lado del charco.

La pregunta de Ernesto Tenembaum llevaba consigo la trampa de poder molestar a los votantes de uno u otro bando, ya que si respondía que no le encontraba ningún valor a la figura histórica de Perón cerraba la puerta de aquellos que todavía abrevan en ese sentimiento, y si lo valoraba, en su propio espacio lo mirarían con una mueca de extrañeza.

Pero Rodríguez Larreta eligió ensanchar la avenida del medio, rescatar la figura de movilizador del ascenso social en el país del General y mirar hacia el futuro pensando en octubre.