Lo que pareció una novedad en el sistema político, se convirtió en una amenaza. Cuando Javier Milei empezó a criticar a la ‘casta política’ encontró respuesta en un sector de la población desencantado con los últimos años del país.

Ese discurso se radicalizó y maridó con los sectores más extremos, quienes lo encarnaron hasta el punto de generar un odio en la sociedad que llevó a grupos libertarios a querer asesinar a Cristina Kirchner y a distintos funcionarios del oficialismo.

El diputado del Frente de Todos, Aldo Leiva, se enojó en la Cámara de Diputados y mostró su cansancio por escuchar a diario de parte de Javier Milei insultos y cuestionamientos al Congreso, y llamó a generar los anticuerpos para evitar que se propague un sentimiento antidemocrático.