Primero fue Jorge Lanata, quien calificó como “nazi” al productor de Víctor Hugo Morales que le habría gritado –según el propio Lanata– “puto, cagón, judío de mierda" a Alfredo Leuco durante la entrega de los Martín Fierro.

La DAIA, como suele ocurrir en estas ocasiones, salió a repudiar al productor radial que habría pronunciado el improperio, a saber: “judía de mierda”, afirmando que no van a “tolerar” ese tipo de expresiones, según informó la Agencia Judía de Noticias (AJN).

Luego siguieron otros muchos que, cual replicantes de segundo y tercer orden, salieron a expresar sus respectivos repudios a semejante expresión que, por cierto, el productor de Víctor Hugo jamás profierió.

En efecto, hasta Clarín publicó el vídeo en el que se ve y se escucha al falsamente acusado calificar de “forro” a Leuco, pero jamás de “judía de mierda”, lo que el propio sindicado se encargó de desmentir.

“Esa expresión no la vamos a tolerar y vamos a actuar, fuese quien fuese, en cualquier lugar del país”, dijo el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban, sobre el acusado a quien ahora deberán pedir disculpas ese organismo y el propio Lanata.

Por algo que directamente se inventó y se convirtió en operación mediática: satanizar a quien le reclamó a Leuco que no sólo hablara de Cristóbal López sino también de Héctor Magnetto, quien recientemente ordenó el cierre de la agencia DyN y el despido de cientos de periodistas.