El protagonismo que tomó la figura de Diego Lagomarsino en el caso de la muerte del fiscal Nisman no deja de sorprender. Ya el ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria recordó que el joven se habría ofrecido como informante para desbaratar "organizaciones narcos".

Ahora fue José Iglesias, uno de los padres de una de las 194 víctimas de Cromañón, quien reconoció ante la fiscal Viviana Fein que que el experto en computación y empleado de la fiscalía especial por el Atentado contra la AMIA, se presentó como “fotógrafo aficionado” en una marcha en la que familiares reclamaron justicia.

Iglesias, padre de Pedro y uno de los abogados querellantes en el expediente Cromañón, declaró ante la fiscal que en una de las marchas, un joven se les acercó para pedir autorización para tomar fotos. También les dijo a los padres que estaba trabajando en un documental sobre los reclamos de Justicia.

Pero cuando Iglesias y otros padres le solicitaron las imágenes, explicó que había tenido un problema con la cámara y que debía repetir las tomas en otra oportunidad. Nunca volvieron a verlo.

Cuando la cara de Diego Lagomarsino apareció en diarios y televisión, se comunicaron entre ellos, incrédulos e inmediatamente acudieron a la fiscalía.