Es difícil discernir cuanto hay de un discurso cínicamente preparado y cuanto de relato de época de 140 caracteres. Es que los análisis políticos de Luis Novaresio recuerdan a los de cualquier tuitero opositor, que no tiene la preocupación de decir la verdad ni profundizar en su argumentación.

Porque cuando Novaresio dice que Alberto no valora la meritocracia y pone como ejemplo a familias de clase media que con su esfuerzo pelean para salir adelante soslaya que las palabras del presidente apuntan a las grandes fortunas. Puede ser un error conceptual, pero se parece más a una estrategia de desgaste.