El manejo discrecional de las escuchas y el espionaje es una de las herramientas con las cuales, una parte de la justicia se vale de la información determinante a la hora de conseguir declaraciones según intereses dirigidos desde la influencia política. 

Sin embargo, cada vez hay menos reparo legal a la hora tanto de ordenar pinchaduras como de filtrar conversaciones que o están relacionadas a la causa por las cuáles esa línea fue intervenida.

El especialista en telecomunicaciones de UTN y habitual perito consultado en distintas causas, Ariel Garbarz, reveló que las pinchaduras ilegales a los teléfonos de la cárcel de Ezeiza llevan muchísimo tiempo intervenidos: al igual que cerca de 4500 líneas de celular y fijas que son monitoreadas permanentemente. 

Sin embargo, explicó que luego de 2015 la Direccion de Captaciones (ex DOJ-SIDE) dejó de encriptar (o proteger de alteraciones, cortes o ediciones) los audios grabados, lo que sí sucedía cuando la oficina dependía de Cristina Camaño, y las escuchas estaban en la órbita de la Procuración General de la Nación.

Su contundente análisis arroja que las causas truchas -según su punto de vista, la denuncia respaldada por Carrió para contrarrestar el destape de las maniobras de Stornelli está entre este tipo de causas- están a la orden del día. 

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