Uno entiende que dentro del mismo espacio se tengan objetivos en común como ser, en este caso, la intención de proscribir a Cristina Kirchner de las próximas elecciones. Lo que llama la atención es la falta de esfuerzo que le ponen en justificar las situaciones que se presentan.

Elisa Carrió, portadora de una palabra que funciona en la oposición como detentora de la verdad, salió a legitimar al fiscal Luciani, negando que existan vínculos que lo relacionen con Mauricio Macri, y le bajó el precio a las fotos en la quinta del expresidente donde era común verlo jugando al fútbol.