La producción de  bienes y servicios, tanto en el sector privado como en el sector público, es lo que permite que cada habitante contribuya con su aporte  a la economía  nacional. Esta  interrelación es reciproca e  indisoluble para el funcionamiento de una sociedad, por lo menos en el sistema actual. De ahí la importancia y la responsabilidad que nos cabe de involucrarnos en el conocimiento de ciertos temas económicos que son fundamentales para la construcción de un futuro mejor para todos. El Presupuesto Nacional, es uno de ellos.

La Administración Pública Nacional,  conformada por la Presidencia, los Ministerios y diversos organismos públicos, es la encargada de administrar los fondos provenientes de la actividad económica  del conjunto de la sociedad.

Estos fondos son recaudados a través de impuestos, regalías, primas, aportes y se  registran en las cuentas contables de la Nación. La suma de estos  ingresos, a lo largo de todo un año, representan  los recursos con los que cuenta el Estado para solventar el gasto público: educación, salud, fomento a la industria, la ciencia y la tecnología, previsión social, deuda pública, defensa,  seguridad.

Todos los años, tal como lo establece la Constitución, a través de estimaciones estadísticas económicas, evaluando coyunturas internas y mundiales, teniendo  en cuenta las necesidades sociales   y  en discusión  con todas las  instituciones de la Administración Publica Nacional, surge el Proyecto de Ley de Presupuesto. Una proyección de los gastos que se realizarán el año siguiente, en función de los recursos que se  prevé obtener.

La importancia de este  documento radica en que allí queda plasmada, de  forma clara y transparente, cuál es la política  económica que llevará a cabo el gobierno. Nos permite evaluar  qué puntos se privilegiarán y qué implicancia tiene esa elección por sobre otra posible. Podremos apreciar si la política será expansiva o de ajuste y  cuánto dinero se destinará a cada área del gasto público, previendo de esta manera  dónde estará puesta la prioridad  y qué impacto directo representará  esto en la vida cotidiana de cada habitante del país.

Una vez confeccionado, el Proyecto de Ley de Presupuesto es remitido por el Poder Ejecutivo  al Congreso de la Nación  para su  tratamiento y aprobación, a fin de poder  aplicarlo.

Dado que se trata de una estimación, el cumplimiento real del mismo  se podrá  comprobar   en el transcurso del año, una vez que el gobierno lo haya ejecutado. Recién allí podremos ver si  efectivamente  la estimación fue correcta. Es decir, si ingresó lo que  se proyectó y si esto cubrió  el gasto previsto. En esta relación podremos saber si  el balance final es superavitario, en el caso de que se haya recaudado más de lo que se gastó, o deficitario en caso de que  se haya gastado más de lo recaudado.

Este instrumento económico  es muy útil en materia de control ciudadano, porque esta información  es pública y está al  alcance de todo aquel  que quiera consultarla, sólo con acceder a la sección información, en  la página del Ministerio de Economía (http://contenidos.mecon.gov.ar/informacion/).

El Presupuesto Nacional es una herramienta muy importante que  nos  permite superar el plano discursivo, para saber cuánto de realidad  existe cuando se habla de  crecimiento económico, redistribución del ingreso y superávit fiscal.