Luis Lacalle Pou, el presidente de Uruguay de quien nadie podría sospechar que es de izquierda o socialista, dijo algo que la derecha Argentina parece haber olvidado, en su frenesí ultra extremo.

“Hay que terminar con esos negros y blancos de que la presencia del Estado atenta contra la libertad o contra el mercado”, dijo el mandatario del país oriental.

Pero el dirigente fue todavía más lejos: “El Estado a veces es el único que puede darle piecito para que esa persona goce de la libertad que de otra manera no tiene: la educación pública, la salud pública, la vivienda pública”

En momentos donde la derecha local plantea reducir el Estado y dejar librado todo al mercado, desde la derecha recuerdan que a veces, la libertad, para ejercerse en plenitud depende de ayuda. Y el Estado, ese decir, la máxima institución de todos los habitantes del país, es el indicado para vehiculizar esa mano.