Cuando la historia recoja el entramado que llevó a Javier Milei a la presidencia de la Nación, encontrará que el colectivo que lo impulsó estaba compuesto con intereses tan variados como contradictorios.

Por un lado enojados a la libre, por otro economistas operando en favor de los grandes grupos económicos, otros que defendían la agenda militar, más acá unos que se mostraban a favor de una supuesta ‘libertad’ difícil de definir, y también aquellos que representan lo más graneado del conservadurismo religioso tradicional.

Entre estos últimos se encuentra María Celeste Ponce, quien se definió ante Luis Novaresio como 'una mujer de derecha', aunque no supo dar más definiciones que el antediluviano lema de ‘Dios, Patria y Familia’.