Hace rato que lo que dice y hace Lilia Lemoine dejó de ser gracioso. Pero ahora es mucho más grave ya que a partir del 10 de diciembre será representante del pueblo en la Cámara de Diputados.

Como funcionaria pública tiene derecho a no hacer declaraciones pero al menos debería guardar las formas. La primera respuesta de la diputada a la cronista fue que “tenía mala intención” y que por eso no quería hablar con ella, corriéndole el micrófono, que no es otra cosa que su herramienta de trabajo.

Pero además la diputada Lemoine amenazó con privatizar los medios públicos y la “sugirió” a la cronista que “procure ser una buena trabajadora”.

Después de muy mala gana siguió hablando con la cronista aunque sin detenerse ni por un minuto, salvo cuando quiso comparar la pandemia con la Dictadura.