Tenemos una deuda soberana de casi el 90% del PBI, una economía en retracción, dos dígitos de desempleo, casi un 60% de inflación, y una mega-devaluación. Pero Marcos Peña deja el Gobierno sin hacer una sola autocrítica.

"Tuvimos que reponer el cepo porque la gente tiene miedo de lo que pueda pasar hacia el futuro", aseguró en un paper lanzado hoy a la prensa.

"Sin magia, sin mentira, sin ficción, gracias al esfuerzo de los argentinos de todos estos años, hemos revertido la herencia de 2015" y asegura que "el punto de partida para 2020 es mucho más sano" respecto al recibido hace cuatro años.

"Por primera vez en mucho tiempo, Argentina tuvo una idea de largo plazo basada en reglas claras, estabilidad económica e inserción al mundo. A fines de 2019 las condiciones estructurales de la economía argentina habrán mejorado sustancialmente", agregó.

"En nuestra gestión se crearon 1.250.000 puestos de trabajo, incluidos los informales. El aumento del desempleo no se da por una destrucción del empleo sino porque más personas se vuelcan a un mercado laboral que no puede crear la cantidad de puestos necesarios", dijo.

"En la economía, la confianza sobre el futuro define el presente. Al principio de nuestra gestión pudimos levantar los controles cambiarios porque la gente mira al futuro para decidir hoy. Ahora los tuvimos que reponer, contra nuestra voluntad, porque esa misma gente tiene miedo a qué pueda pasar en el futuro", subrayó.