No la vio venir. Pensó que tiraba un centro para que Marc Stanley disparara munición gruesa sobre el paro de la Confederación General del Trabajo -sobre el cual él estaba profundamente en contra- y se encontró con una lección sobre los derechos en democracia.

En una muestra más de cómo piensa la derecha autóctona que funcionan los Estados Unidos y cómo es en realidad, tuvo que ser el propio embajador de ese país el que le recordara a Novaresio las huelgas que vivieron en distintas industrias.