En la oposición hay una guerra por los cargos electorales y la pelea empieza a hacerse pública en televisión. 

Es que las elecciones de este año pueden definir quién será el referente de la oposición. Pese al fracaso de su gestión, Mauricio Macri no se resigna a tener un 'segundo tiempo'. Por su parte, la extremista Patricia Bullrich cree que puede captar el voto de la derecha radical. Horacio Rodríguez Larreta saca chapa por ser el único que tiene cargo electo. Y a ahora hay que sumar a María Eugenia Vidal, que también quiere revancha. 

Y claro, como no podía ser de otra manera, las figuritas quieren garantizarse un triunfo abultado, lo que entienden que sólo pueden lograr en la Ciudad. Es por eso que tanto Bullrich como Macri y Vidal quieren ir a la boleta porteña y no a la de Provincia, donde se enfrentan con la popularidad del kirchnerismo.

Varios portales de noticias aseguran que Mauricio fue tajante con Mariu. "Si venís a la Ciudad, te enfrentás conmigo en la PASO", le habría dicho, palabras más palabras menos, el ingeniero en una charla reciente.

Y no es el único que no la quiere de este lado de la General Paz. "Lo natural es que Vidal vaya a Provincia y a Ciudad voy yo", dijo en tono bioligista, Patricia Bullrich. 

Lo cierto es que la postulación en Provincia de Vidal en 2015, tampoco tuvo nada de 'natural'. La entonces vicejefa porteña, fue a la gobernación casi como una apuesta perdedora, que luego convertiría en triunfo clave.

Es esta capacidad electoral la que pone Vidal sobre la mesa. De hecho, si se miran los números absolutos, la exgobernadora sacó más votos en la derrota de 2019 que en la victoria de 2015. ¿La diferencia entre ambas elecciones? Que el panperonismo fue unido en la última y nada hace pensar que en estas elecciones se rompa la coalición del Frente de Todos. 

Es por ello que en la oposición nadie quiere ser el pato de la boda. La postulación en la Provincia es una derrota casi garantizada para Juntos por el Camio, tan grande que ni siquiera la pandemia les hace pensar que pueden tener una victoria en la provincia más populosa del país.