Ha llegado el momento de endurecer los discursos, la campaña así lo exige, y no está el tiempo para andarse con remilgos. 

Desde Juntos por el Cambio han comenzado a disparar con munición gruesa y Axel Kicillof es uno de los blancos predilectos.

Pero el gobernador demostró que no va a recibir sin dar nada a cambio y la atendió a María Eugenia Vidal refregándole las verdades a la cara.