"Ante todo, un abrazo a Macri, que terminó con la Dilma Kirchner (sic)", dijo el ultraderechista candidato presidencial brasileño y comparó Cristina con Dilma Rousseff queriendo agredirla sin darse cuenta que la estaba elogiando.

Lo hizo durante una conferencia de prensa en la que además ratificó su idea de cerrar las fronteras: "No podemos tener un país con fronteras abiertas". Además se comparó con Donald Trump:"Él quiere un Estados Unidos grande y yo quiero un Brasil grande".

Adelantó que va a "jugar pesado" contra la inseguridad y reiteró sus conceptos sobre el derecho a la defensa, en cuanto a que podría abrir la portación de armas.

Obviamente el xenófobo y misógino candidato atacó a la educación sexual y la apertura educativa a las cuestiones de género. "Vamos a respetar a los niños en las salas de clase", en un guiño a los sectores ultracatólicos.