Los principales partidos de izquierda brasileños llamaron a sus votantes a votar por Fernando Haddad, el candidato de Lula, porque a su parecer no son lo mismo. ¿Qué hubiera pasado en Argentina si ocurría lo mismo?

Jair Bolsonaro es el límite de la izquierda brasileña, como no lo fue Macri para el FIT durante las elecciones 2015, de donde salió una frase memorable que se hizo meme de la boca de Nicolás Del Caño: "Scioli y Macri son lo mismo". 

En aquella oportunidad, la izquierda llamó a votar en blanco. Pero hoy en Brasil la realidad es diferente: ante el avance del fascismo de la mano de Bolsonaro, la izquierda pidió optar por Fernando Haddad. 

Por otra parte, el MRT (lo que sería el PTS en Argentina) habla de un voto "crítico" al Partido de los Trabajadores, el cual criticaron desde hace años. 

Lo mismo ocurre con el PDT (Partido Democrático Laborista), quienes postularon a Ciro Gómes, el tercer candidato más votado, por lo que se abriría una luz de esperanza para Haddad. 

Según la izquierda brasileña, la victoria de Bolsonaro significa "un salto en el golpe que destituyó" a Dilma "para imponer ataques profundos a la clase obrera y al pueblo".

El exministro de Educación de Lula ya había recibido el apoyo incondicional para la segunda vuelta del Partido Socialista Brasileño (PSB) y del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), por lo que esos votos se transferirían al PT.

El único de los grandes partidos de izquierda que hasta ahora no ha manifestado su apoyo al socialista es la Rede Sustentabilidade, la formación fundada por la ecologista Marina Silva, exministra de Medio Ambiente de Lula y que sólo consiguió el 1,0 % de los votos.