Uno de los principales funcionarios que salió a respaldar al presidente fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien negó que exista una ola de despidos y se hizo el desentendido sobre las informaciones en los medios de comunicación que dicen lo contrario.

Pero, cuando quiso dar sus argumentos, terminó por empeorar su hipótesis: "No hubo una primera tanda de despidos y no va a haber otra". Pero enseguida, le echó la culpa al gobierno anterior por obligarlos a "ordenar el Estado desmentelado".

En las últimas horas el propio presidente también responsabilizó de la situación a la "herencia" recibida al tiempo que le negó importancia al drama del desempleo que impacta cada vez a más personas.