Eduardo Feinmann tiene una fijación con las tomas de los colegios, los adolescentes y, por condensación, con Ofelia Fernández.

Por eso se fijo en un error de tipeo, o de forma, en la redacción de un proyecto difícil de atacar como el de la mejora de la comida en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, lanzada por la legisladora del Frente de Todos.

Con su corte de adulones haciéndole gracias Feinmann se envalentonó y después de despreciar la propuesta -a la que el doctor Zin dijo que "era mala porque era de Ofelia"- lanzó la chicana que tapa la verdadera cuestión a tratar: qué comida se sirve en las escuelas.