Jorge Faurie es de los que les gusta que lo quieran todos, de los que no quieren estar en la trinchera de la vanguardia tirando granadas como Fernando Iglesias o Florencia Arietto.

Lo podrá atribuir a su función diplomática o a una modalidad de comunicación, pero a veces le juega en contra. Como en la entrevista que le hizo Eduardo Feinmann en LN+, donde para alabar a su jefe político, Horacio Rodríguez Larreta, terminó atentando contra el distrito que tiene que defender.