Como una muestra más del poder que ejerce el Ejecutivo pisoteando normas y gambeteando los mecanismos de control, una maniobra irregular en la adjudicación de luminarias públicas pone a empresarios cercanos al Gobierno como principales socios comerciales de los funcionarios más importantes del país.

Según una investigación publicada por el sitio Bae Negocios, firmada por el periodista y economista Alejandro Bercovich, la adjudicación de dos licitaciones públicas para el reemplazo de luminarias en la vía pública tanto en la Ciudad como en municipios bonaerenses, presentan dudosas operaciones en claro detrimento de la industria nacional y empleo argentino, mientras aporta divisas a las familias cercanas al poder político.

La información surge de documentos oficiales: General Lighting Systems (GLS) es la continuadora de GE Consumer & Industrial Argentina, una división de la estadounidense General Electric, adquirida por Alejandro Jaime Braun Peña, primo segundo del jefe de Gabinete, el 27 de marzo del año pasado. 

Braun Peña se alzó el 25 de agosto de 2017 con el contrato del gobierno porteño, que le encargó 41 mil luminarias por $238.594.496, en el marco de una licitación a la que se presentaron siete compañías (las otras fueron Phillips, Wisehood, Facoel, IEP, Coradir y Tel 3) pero su oferta resultó la más barata. Unos días antes, el 20 de julio, esta firma fue contratada por el municipio de Pilar, comandado por Nicolás Ducoté (Cambiemos) para proveer luminarias por otros $994.110. 

Según señala la investigación, sobre este empresario pesa una denuncia de Greenpeace por el desmonte ilegal de 9 mil hectáreas de bosques nativos en Salta.

La marca Philco fue traída al país por los Blanco Villegas, la familia materna del Presidente, más precisamente por su tío Jorge, fallecido en 2011. aCumuló deudas durante la dictadura perdonadas por  el Estado en 1982, hasta que en 1997, Blanco Villegas vendió a la coreana Daewo otra vez por serias deudas, quedándose con una parte minoritaria de las acciones. En 2004, los productos Philco volvieron a las plantas fueguinas de Newsan, que en octubre del año pasado anunció la compra de la marca.

En noviembre pasado, la firma obtuvo un contrato para renovar 20 mil luminarias LED por 149,5 millones de pesos en Vicente López (administrado por Jorge Macri) y en Morón, donde el intendente Ramiro Tagliaferro, también de Cambiemos, le encargó otros 4 mil artefactos.

Los contratos se dan en el marco del Plan de Alumbrado Eficiente (PLAE), que prevé el recambio de 75.288 luces en las calles de todo el país -en busca de un ahorro equivalente al consumo de unos 15 mil hogares- pero los precios de productos chinos podrían hacer que la cantidad se estire a 100 mil..

Sin embargo, la estimación de industriales locales del sector, la renovación debería alcanzar a más de cuatro millones de luminarias, sin contar autopistas ni barrios cerrados. Entonces, se trata de un negocio de 1.200 millones de dólares que podría representar la activación de empleo argentino, pero que el Gobierno con estas maniobras está entregando a importadores de productos asiáticos: sí, esos que cobran muchísimo dinero por intermediar entre comprador y vendedor.

El diputado del Frente Renovador y expresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, condenó la compra de luminarias importadas: “Cualquier desarrollista sabe que el poder de compra del Estado, de las provincias y de los municipios es la principal palanca de desarrollo para un país que quiere agregar a su producción y llegar a la frontera tecnológica. Este es uno de los sectores estratégicos que Argentina debería usar para convertirse en el líder industrial tecnológico de la región. Y no es casual que lo desaprovechen los mismos que a la hora de ajustar empiezan por el INTI”, advirtió en declaraciones a BAE haciendo hincapié en el sinsentido de los despidos en el desarrollo de tecnología en el país, para los argentinos.