Mientras los conductores del evento repasaban una lista de adhesiones, los entre tres mil y cinco mil manifestantes se unieron en una fuerte silbatina, mientras escuchaban el pronunciamiento solidario de la asociación de Derechos Humanos más representativa de la Argentina. 

Según relató el periodista Federico Tártara de FM La Tecno, el "tinte ideológico" entre los presentes demostraba una inclinación a la mano dura: la presencia de Juan Carlos Blumberg -muy celebrada- y la presencia de algunos carteles relacionados a conceptos de la dictadura militar -"Derechos Humanos para Humanos Derechos"- redondearon una manifestación polémica.

La característica que reunía la protesta estaba relacionada al dolor por la pérdida de seres queridos y una sensación de injusticia, que en mayor o menor medida es seguramente legítima. Sin embargo, el documento que se leyó no tuvo reclamos puntuales o propuestas para la ciudadanía.

El grito de las víctimas que se escuchó esta tarde no diferenció la delincuencia que produce la crisis social de las mafias policiales, el encubrimiento de la justicia o el narcotráfico. Estuvieron codo a codo, reclamando por femicidios, accidentes viales o situaciones de robo, con quienes están cansados de la corrupción en el Gobierno.

Aunque heterogéneamente, se trató de la primera marcha macrista contra Mauricio Macri, que expresa de modo molecular el hartazgo de la base social que votó al PRO con su propio gobierno.

En la marcha por la inseguridad abuchearon la adhesión de Madres de Plaza de Mayo