Las críticas son variadas, vienen de todos lados, aunque con una dirección más o menos homogénea: defender los intereses de los empresarios que no quieren perder sus privilegios, para otorgarle más derechos a los consumidores, generalmente vulnerados por ejemplo, en la imposición de precios.

"A los empresarios no les gusta que los cuiden y los controlen, y no les gusta esta ley de defensa del consumidor, que va a tener un fuero especial en la justicia, que va a poder actuar rápidamente, y lo tratan de tapar bajo la otra norma", clarificó en radio Del Plata, Gustavo Sylvestre.

Los medios cómplices en esta cruzada advierten sobre prácticamente, el fin del país. "Todo el mundo quiere incendiar el país. Ésta ley va a producir un desastre", infló Marcelo Longobardi en radio Mitre.

El titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, se pasó de la raya al desinformar completamente sobre la capacidad que el Estado tendrá con esta nueva ley de abastecimiento: "Vemos con mucha preocupación, que se sancionarse esa ley, el Gobierno va a tener herramientas para entrar a los campos y sacar el grano de los productores".