El lunes de esta semana Patricia Bullrich en una entrevista aseguró lo que todo el mundo sabe: “No hubo fraude”. La excandidata amplió diciendo que las denuncias existentes pasaron sólo por las redes pero que ningún partido político denunció irregularidades.

Pero unas horas después La Libertad Avanza decidió enviar menos boletas de las requeridas y financiadas por el Estado, con la clara intención de tener elementos para decir que “faltaron boletas”.

Entonces alguien le dio la orden a la presidenta del ex partido antes conocido como PRO que saliera a poner en duda la transparencia de las elecciones como una manera de preparar el terreno para las denuncias, en el caso de que Javier Milei no gane, claro. Se nota mucho. Y es patético.