Con un simple y rápido repaso de las votaciones en el Congreso de la Nación, la puja entre ambos modelos resulta indiscutible, aunque ahora el espacio encabezado por Mauricio Macri intente 'subirse' a los logros que criticaron y obstaculizaron a lo largo de los últimos 12 años.

El PRO se opuso a leyes emblemáticas que el gobierno flamea como banderas de cara al próximo 22 de noviembre: La nacionalización de las AFJP y de YPF, la recuperación de la aerolínea de bandera por parte del Estado, el proyecto de movilidad jubilatoria, la Ley de Medios, la modificación del Código Civil y Comercial, la Ley de Pago Soberano, Ley de Voto Joven y la Ley de Fertilización Asistida.

Con el repaso del trabajo legislativo se evidencia que el bloque macrista fue el único que votó en contra de proyectos tendientes a incentivar la producción local de autopartes y medicamentos. De igual manera lo hicieron en la eliminación del delito de calumnias e injurias, y de otros dos proyectos que protegen a los periodistas y la libertad de expresión. Tampoco se puede pasar por alto que negaron el acuerdo para asegurar la gratuidad de la educación superior y para crear nuevas universidades.

En Derechos Humanos y laborales, el bloque macrista se opuso a todas las propuestas en favor de los asalariados y fue el único bloque que se abstuvo de votar la prohibición de indultos, en caso de delitos de lesa humanidad.

El bloque del PRO fue el único que se opuso a establecer un límite de ocho horas diarias y 48 horas semanales para la jornada laboral. También rechazó el régimen que establece los procedimientos de exhibición de los precios de venta y combate de la publicidad engañosa, como la regulación de los gestores de cobranza extrajudicial, tendiente a evitar los abusos contra los consumidores y deudores.

El 12 de mayo de 2010 el PRO aportó los únicos ocho votos negativos contra el proyecto que amplió los alcances de la Ley 25.323 sobre trabajo no realizado e indemnizaciones laborales, incluyendo en los beneficios a sectores que habían sido discriminados por omisión, especialmente los periodistas. El PRO también se opuso al proyecto que estableció que el empleador no puede realizar encuestas o indagar sobre las opiniones políticas, religiosas, sindicales, culturales o de preferencia sexual del trabajador.

El 25 de noviembre de 2009, fue el único bloque que votó en contra del proyecto que le otorgó preferencia a la adquisición de medicamentos producidos por los laboratorios públicos para proveer a los hospitales, centros de salud y programas de salud estatales.

En cuanto a ley de Fertilización Asistida, el registro de la votación en Diputados señala a la mayoría del PRO absteniéndose de votar. El 5 de junio de 2013, ese proyecto para garantizar el acceso integral a los tratamientos de reproducción asistida se sancionó con 204 votos positivos, uno negativo y nueve abstenciones. Ocho de los nueve diputados que pidieron abstenerse de votar la ley pertenecen al PRO, entre ellos la candidata a vicepresidenta de la Nación Gabriela Michetti. Sólo tres integrantes del bloque votaron a favor: Silvia Majdalani, Soledad Martínez y Laura Alonso. El resto del bloque se ausentó.

No sólo los votos, sino también los argumentos que surgen de las versiones taquigráficas muestran que las posiciones del PRO tienen un claro sustento ideológico que, como también queda claro, está en las antípodas del oficialismo.