El mensaje es simple y tan intencionado, que parece difícil que pueda causar el efecto que pretende, el de argumentar a favor de que hay causas biológicas que apoyan la idea de que es una buena idea aumentar la edad jubilatoria.

José Luis Espert insiste con sus ideas recalcitrantes y esgrimidas como verdades sin discusión, apuntando al electorado cansado de todo y dispuesto a probar cualquier receta que cambie el día a día.

Después no argumenten que no les advirtieron.