Este miércoles, el macrismo bonaerense logró su cometido de frenar la votación del proyecto que envió el Ejecutivo para tomar deuda por 150 millones de dólares destinada a garantizar obras y programas sociales que figura en el presupuesto 2023.

Sin un Gobierno nacional que defienda los intereses de los sectores populares, Axel Kicillof deberá tener la titánica tarea de defender a la gente en soledad. Y los operadores del macrismo provincial ya hacen de las suyas para perjudicar la gestión del gobernador bonaerense, sin importarles las consecuencias para el pueblo.

Es que el oficialismo se quedará sin la posibilidad de tomar deuda para continuar con las obras y defender los programas sociales del ajuste. 

La gestión  provincial no consiguió los dos tercios necesarios de la cámara de senadores para aceptar el endeudamiento, debido a la postura férrea de los ediles del PRO.

Sí, la misma fuera que en su momento tomó vía FMI la deuda más grande de todos los tiempos con la entidad, por 43 mil millones de dólares que, a la postre, se fueron en fugas de capitales, ahora no permite que Kicillof tome deuda por apenas 150 millones para obras específicas y programas sociales para los más necesitados. 

El dato no menor es la fracción dentro de Juntos por el Cambio respecto de este tema. Ya que los radicales sí estaban dispuestos a acompañar al mandatario de Unión por la Patria. Pero el PRO hizo valer los números para frenar el tratamiento.