Al kirchnerista que añora la épica del relato en la disputa por la 125, las declaraciones del presidente de la Sociedad Rural de Buenos Aires, Osvaldo Simiele, feliz y en sintonía por la designación de Sergio Massa a cargo de las negociaciones con el campo, deben ser un dolor de estómago.

De ahora en más se verá la flexibilidad de Cristina y el kirchnerismo duro para absorber un estilo de conducción diferente, con más pragmatismo y menos lucha por los espacios y la distribución.

El apoyo de la Sociedad Rural bonaerense no parece la mejor carta de presentación para los que quieren cambiar el estado de las cosas.