El acto de homenaje a los muertos por la pandemia de coronavirus debía observar respeto, pero para Florencia Arietto no hay espacio sin perforar.

Luego del discurso del Presidente en memoria de los fallecidos, los mandatarios provinciales dejaron una rosa amarilla frente a las velas que representaban a su distrito junto a médicos, docentes, personal de las fuerzas de seguridad, representantes de pueblos originarios y de distintos credos.

Pero Arietto no pudo con su genio.