Los libertarios se salen de la vaina para privatizar todo los bienes del Estado que puedan vender.

Eso quedó demostrado cuando el mismo Javier Milei, en el día de la soberanía nacional, anunció que privatizaría todos los medios públicos.

Eduardo Feinmann salió en seguida a respaldar la decisión y aseguró que le parecía “muy bien”.

Pero con el diputado electo Bertie Benegas Lynch, el mismo que había propuesto la privatización del mar, Feinmann tuvo un rapto de lucidez y le preguntó si en lugar de privatizar la TV Pública no se podría modificar y apuntar su contenido a hacer algo más parecido a la BBC, un canal público con prestigio internacional.

Pero ahí Benegas Lynch mostró la hilacha y dijo lo que quería decir desde el principio: que eso no se podía hacer en la argentina porque somos “trogloditas”. 

Tal vez este señor todavía no se enteró que fue electo como diputado y ahora su trabajo es representar a esos trogloditas, los que lo votaron y los que no.