Más de una década atrás comenzaba en la Argentina un proceso de cambio profundo, tendiente a la independencia política y económica de quienes, desde organismos internacionales como el FMI, pretendían imponer planes de ajuste como los operados en las décadas anteriores.

En ese momento, el titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) era el español Rodrigo Rato, quien el jueves debió pasar varias horas detenido en su país, acusado de blanquear capitales a través de empresas familiares.

En 2005, frente a las políticas económicas y sociales impulsadas por el entonces presidente Néstor Kirchner y como director del FMI, Rato salió públicamente a reclamar "reglas claras y respetuosas para las empresas".

El 16 de marzo de 2005, cuando los simpatizantes locales del FMI aplaudían al español, Néstor salió al cruce con la contundencia que caracterizó a su gobierno frente a apetencias de quienes depredaron la economía nacional desde la dictadura y hasta 2003.

“Se lo voy a decir con mesura y con todos los modales para que no se enojen algunos periodistas", dijo Kirchner al responderle a Rato: "Argentina es un país independiente, es un país soberano, que sabe cómo quiere administrar sus cosas, que ya tuvimos una triste experiencia con el Fondo Monetario Internacional y que esos consejos, directos e indirectos,  sobre las inversiones en la Argentina no son necesarios”.

La historia, finalmente le dio la razón a quien correspondía: la imagen de Néstor Kirchner está al lado de los grandes estadistas latinoamericanos y la foto Rodrigo Rato está clavada en la cartelera de varias comisarías españolas.