A Nik, como a gran parte de la oposición, no le importa que la Justicia haya dictaminado que Aníbal Fernández es inocente de las acusaciones que lo vincularon falsamente con el llamado triple crimen de la efedrina y de ser el jefe del cartel conocido como La Morsa.

No solo está debidamente probado que fue todo una operación armada para que el macrismo pueda dañar la imagen del candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires, sino que es de una bajeza absoluta volver a llamarlo con ese apodo.

Precisamente ese fue el modo en que Nik quiso saludar la nominación de Aníbal, saludándolo con este 'chiste'.