Tanto esta medida como la suba del tope de Ganancias, buscan beneficiar a casi 9 millones de argentinos, fortaleciendo el mercado interno y consumo masivo con alrededor de 30 millones de pesos.

A los pagos con tarjeta que realicen los jubilados, pensionados, empleados domésticos, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, se les reintegrará el 21% del IVA.

Al Estado le costará $ 12.500 millones por año, monto que también se volcará directamente al consumo masivo.

El gasto mínimo para el reintegro del IVA será de $ 1.000 mensuales.