En esta declaración, Macri da por hecho que somos sus hijos. Que nuestro futuro depende de él, de sus decisiones, no de las nuestras. Es que los argentinos elegimos creer en sus conceptos vacíos y en su hipocresía, delegando en su persona el poder de elegir el rumbo. Pero ¿sabemos que elegimos a un padre mentiroso?

En un tramo del discurso se preguntó de manera retórica, sobre lo ilógico que resulta que una persona intente endeudar a un hijo. Sin embargo, este padre decidió desde su llegada al poder encarar el proceso de endeudamiento más grande en la historia de nuestro país.

"El peso de los intereses de deuda sobre el Presupuesto 2018 se sigue incrementando. Pasó del 7,6% al 14,4%", refleja un informe del CEPA reproducido por Nuestras Voces.

El último año y medio, el Gobierno macrista hizo que la Argentina consiguiera un récord lamentable: somos el país emergente que más deuda emitió. "Los dólares que Argentina pide prestado caros, se venden en el mercado interno para financiar déficit del estado y son girados al exterior por multinacionales. El gobierno intenta mostrar el endeudamiento como signo de confianza (a falta de inversiones) y el extremo llegó a finales de junio, cuando el gobierno colocó un bono por USD 2750 millones de dólares a 100 años y con una tasa superior al 7%", explica otra investigación del sitio que mantiene un contador de deuda que refleja su aumento a un ritmo de 2511 dólares por segundo, desde el 10 de diciembre de 2015.