El diálogo con Ernesto Tenembaum fue el ámbito propicio para que Luis D'Elía se desahogara y abriera la puerta para que todos vieron por dentro lo que se reclama de la conducción actual del kirchnerismo.

Eludiendo cuidadosamente las críticas a Cristina pero cuestionando con seriedad a Máximo se planteó la necesidad de un profundo debate dentro de la fuerza, porque acusó a La Cámpora de “estar construyendo la derrota de Alberto Fernández” y de “usar el enorme aparato del Estado contra el Presidente”.

Algunas de sus declaraciones:

“En vez de construir un rumbo positivo, hacemos cosas como la marcha de ayer en la que vinieron micros y una estructura de todo el país”, arrancó el histórico dirigente piquetero en radio Con Vos. “Fueron con un peso enorme del aparato y miles de funcionarios de todo el país. Con esa responsabilidad, encima lo usan contra el Presidente de la República”.

“Yo nunca fui amigo de Alberto, siempre tuve una relación más bien tirante. Tuvimos diferencias enormes, pero ahora que Alberto está presidiendo el país en un momento dificilísimo, después de un desastre económico que nos dejó el macrismo y estamos encontrando un caminito de normalización de las cuentas públicas, en el que va apareciendo un proyectito de desarrollo e industrialización con 10 puntos de crecimiento el año pasado, ¿lo que se nos ocurre es bajarle la moral a toda la fuerza política para que Alberto se vaya?”.

Yo no estoy de acuerdo que Alberto se vaya. Creo que todos lo tenemos que ayudar y hay conductas políticas que no ayudan. Me gustaría tener un congreso en el kirchnerismo en el que todos podamos decir lo nuestro. Todos los que defendimos en la primera línea a Néstor Kirchner y a Cristina, como Aníbal Fernández, “el chivo”(Agustín Rossi) y Carlos Heller”.

“Hay mucha gente muy importante (que dejó el alma) y que tiene que callarse la boca. Yo soy amigo del bocón, no me gusta callarme la boca en política y menos aún que, equivocado o no, di lo mejor de mi vida. Yo no tengo intereses subalternos ni un funcionario en este gobierno en todo el país”.

Y completó: “¿Hay tantos compañeros que se callan por miedo? Basta muchachos. Yo me jugué la vida, estuve mil días preso. ¿Ahora tengo que soportar que cualquier pibito venga y te diga traidor? A mí no”.