En su discurso ante la Asamblea Legislativa, que comenzó pasado el mediodía y se extendió por casi tres horas, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner repasó los logros de la gestión de gobierno de los últimos años, entre los que destacó el importante proceso de reindustrialización, el crecimiento sostenido del país, la producción de alimentos y la inclusión social, temas subrayados por organismos internacionales como el Banco Mundial y la FAO.

En ese marco, afirmó que "el principal elemento para reducir la pobreza en la Argentina no ha sido la transferencia de recursos del sector público a través de programas sociales o de políticas contracíclicas, sino el surgimiento del trabajo".

El mensaje de la Presidenta, seguido desde las afueras del congreso por miles de manifestantes por pantallas gigantes, estuvo centrado en los avances en materia económica, de protección social y de defensa de los logros conseguidos y repasó las cifras de cada una de las áreas de su gobierno.

"Nunca en la historia argentina se ha invertido como en este período en materia educativa. Siempre se dijo que el problema que teníamos los argentinos era la mala calidad de la educación, porque no le dedicábamos los recursos necesarios", dijo la mandataria.

También se refirió a la Salud pública y destacó que "en comparación con los demás países de la región -incluido Estados Unidos-, Argentina es el Estado que más invierte en salud pública" y dijo que de eso "debemos enorgullecernos todos los argentinos".

Al hablar de la situación de la Justicia, Cristina pidió a los integrantes del Consejo de la Magistratura que "pongan lo mejor de sí" para que ese cuerpo "funcione en todo sentido", tanto para las designaciones como también para que "los jueces que no funcionan bien no estén in eternum" en sus cargos.

Además, la Presidenta resaltó en su repaso el proceso de reestructuración de deuda encarado por el gobierno nacional y sostuvo que se trata del "más exitoso del que se tenga memoria" porque permitió reducir drásticamente la deuda que pesaba sobre los argentinos.

En este sentido indicó que "en 1999 cada argentino debía lo equivalente a 10,6 salarios mínimos, vitales y móviles de deuda externa; en el 2003 había llegado a 25,6 salarios; y, a junio del 2013, era de 1,9 salarios".

"Eso ocurrió luego de la reestructuración de la deuda externa más exitosa de la que se tenga memoria, y de la cual algunos no nos perdonan y nos siguen cobrando", aseveró la mandataria.

Cristina también se refirió a la importancia de la reforma del Banco Central que permitió "acomodar la politica monetaria a las necesidades del país", y recordó que "la política monetaria es el 50 por ciento de la política económica de un país".

La jefa de Estado sostuvo que durante los últimos 10 años se ha reconstruido la industria nacional y advirtió que los países centrales buscan "que los resultados de las crisis los paguemos las economías emergentes".

Sobre la recuperación de la empresa YPF, la madataria señaló que con el acuerdo con la española Repsol se está "cerrando un ciclo histórico", al entender que este nuevo marco le abre al país "una posibilidad única de tener soberanía energética" a pesar de quienes "han intentado en estos años torcer el rumbo inexplicablemente".

Tras el repaso por los principales temas del modelo de crecimiento con inclusión social iniciado por Néstor Kirchner en 2003, la Presidenta llamó a articular una "gran concertación" entre todos los partidos para sostener los logros conseguidos en los últimos diez años.

En ese contexto, destacó la designación del radical Gerardo Zamora como vicepresidente primero de la Cámara.

En el cierre de su discurso, Cristina remarcó la defensa del sistema democrático y se refirió al "intento de golpe suave" contra el gobierno venezolano.

"No vengo a defender a un gobierno, no vengo a defender al presidente Nicolás Maduro, vengo a defender el sistema democrático", señaló la Presidenta y llamó a "defender la democracia, independientemente de las ideas". "La democracia es respetar la voluntad del pueblo expresada soberanamente, y eso esta directamente vinculado a la paz y a la vida", expresó.

Consideró asimismo que "sería fatal para la región y para la integración latinaomericana, después de tantos problemas que hemos resuelto sin intervenciones foráneas, permitir que vientos ajenos derrumben un pais hermano".

Allí, la Presidenta pidió "rescatar una traidición de la Unión Cívica Radical (UCR) que respetó el valor de la democracia", mientras que los peronistas "no le dábamos históricamente tanto valor".

"Aprendimos con letra y sangre que la democracia es una cuestión de paz y vida", concluyó al respecto.

Tras su discurso de casi tres horas, la Presidenta salió a las escalinatas del Congreso desde donde habló a la multitud allí reunida desde muy temprano.

Después de agradecer a los presentes por el "aguante", Cristina pidió a todos los argentinos que se organicen para "cuidar sus bolsillos" y que "no permitan que les robe nadie".

Al dirigirse a los jóvenes, señaló: "Ustedes son mi debilidad, les veo la cara y veo el presente y el futuro de la patria".