Si bien están acostumbrados a decir cualquier cosa en televisión, y hasta incluso se animan a ser los voceros de espias y opositores sin padecer ninguna consecuencia, ahora ocurrió algo diferente y por eso los periodistas Luis Majul y Daniel Santoro recibieron un duro revés por parte de la justicia.

Ambos periodistas, la productora del programa de televisión La Cornisa y el canal América T.V. fueron condenados a pagarle dos millones de pesos más intereses de seis años a un testigo de identidad reservada. 

Se trata de una persona "que aportó datos para la detención del narcotraficante Ibar Pérez Corradi, cuyo nombre completo y ocupación dieron a conocer al aire", informó el periodista Néstor Esposito.

A la condena por dos millones debe sumarse los honorarios de todos los abogados, que duplican ese monto.

El fallo firmado por la jueza María Eugenia Nelli reprocha la situación de vulnerabilidad en que los periodistas expusieron al testigo, quien había acordado medidas de protección atento al riesgo que significaba haber suministrado información para la captura de un prófugo buscado desde hacía más de cuatro años por su supuesta relación con el Triple Crimen de General Rodríguez.

El testigo, vecino de la zona de la Triple Frontera, había aportado los datos para hallar a Pérez Corradi en agosto de 2015. Pérez Corradi fue detenido después del cambio de gobierno de aquel año, lo que llevó al juez Ariel Lijo a llamar a indagatoria a Oscar Parrilli -quien hasta 2015 fue jefe de la AFI- ante la acusación de, supuestamente, haber demorado el aporte de la información. Parrilli había sido sobreseído en esa causa, pero la Cámara Federal ordenó seguir investigando.

La jueza sostuvo que los periodistas sabían que el testigo protegido había pedido expresamente que se mantuviera su identidad en anonimato.