Es en este cruce entre política y chimentos donde La Libertad Avanza muestra su costado más improvisado, de rejunte de freaks a los que ola libertaria los dejó bien posicionados pero que al primer viento fuerte mostraron sus debilidades.

El bunker de Javier Milei fue el escenario donde se jugaron las suertes del líder anarco capitalista, su hermana y jefa de campaña, y Fátima Florez, su flamante novia, quien protagonizó un episodio que le valió críticas el día de las elecciones y tuvo una presencia importante, sentándose al lado del candidato en la mesa de Mirtha Legrand.

Ese lugar de preponderancia es el que puso en jaque a Karina de su lugar de primera dama y que podría haber sido el primer chispazo de un conflicto que se olfateaba en el aire, cuando la hermana de Javier prohibió al resto del equipo de campaña saludar a Fátima.

La violencia de la pelea llevó al momento impensado en el que Milei amenazó con renunciar al ballotage si Karina no le pedía disculpas a Florez, en lo que sería el dislate más grande de la política argentina.

La moneda está en el aire y es probable que hasta el momento en el que se decida la segunda vuelta se mantenga una tensa clara, pero habrá que ver qué ocurre el día después.