El Gobierno se debate entre apuntar sus esfuerzos a resolver los complejos problemas que le demanda la sociedad en un contexto internacional difícil, o distraerse en la disputa interna donde todos salen heridos.

Para agregarle nafta al incendio de una interna que parece interminable, el Chino Navarro desarticuló al Partido Justicialista como un espacio de debate político.

El funcionario del Gobierno fue por más y lo calificó de "dibujo", asegurando que al menos "el 50% de las afiliaciones son truchas" y hechas con el único objetivo de "conseguir congresales" que los apoyen.