"Pienso en alianzas cada vez más amplias y trabajo en silencio para ello. Tengo enormes diferencias con quienes forman UNEN", lanzó Carrió entrevistada por Mariano Grondona el domingo. La frase hizo estallar la interna entre los muchachos de la oposición nacional en La Ciudad.

El dirigente que fraccionó Proyecto Sur para cerrar la alianza electoral con Carrió, Fernando "Pino" Solanas, tuvo que salir a negar un posible acuerdo con el PRO.

"No tienen cabida el PRO ni el Frente Renovador", aclaró Pino este lunes a DyN. Aunque la semilla de la unión con el PRO ya había sido sembrada por Lilita, clara dominadora del armado electoral del 2013.

"Los presidentes de los partidos que constituyeron la alianza progresista UNEN acordamos que en este espacio no tienen cabida el PRO ni el Frente Renovador. Somos espacios distintos con proyectos distintos", señaló Solanas, quien todavía no se anima terminar de dar el último pasito que le piden las corporaciones.

Temprano este lunes, Macri desestimó que haya un diálogo para encarar un frente de cara a 2015, aunque por las dudas dejó el paraguas abierto: "Nuestros votantes le tienen simpatía (en referencia a Elisa Carrió)".

Sin embargo, la que sí salió con los tapones de punta contra la pitonisa política favorita de los medios, fue la diputada, Laura Alonso.

A diferencia jefe de la Ciudad, bastante más tibio, la diputada del PRO acusó a Carrió de ser "destructiva".

"Carrió tiene patología política clara en su historia: la de construir y destruir. Ahora es la etapa que entra en el proceso de destrucción de un armado que fue muy complejo", acusó Alonso en declaraciones a Perfil.

"Es como el síndrome de Münchausen, esto de matar al hijo, así fue con el ARI, la Coalición Cívica y los radicales", dictaminó Alonso.

El tiempo dirá dónde terminan los candidatos de las corporaciones. De acá al 2015, las idas y vueltas de los opositores parecieran ser moneda corriente.