La mismísima Patricia Bullrich subió este pequeño segmento del programa de la operadora macrista Laura di Marco que claramente la cuidó al no hacerle ninguna pregunta interesante que involucrara a cualquier de los cuestionados funcionarios de su partido.

Pero cuando habla de las mafias Bullrich dice que le impiden manejar el poder el lugar de decir “ejercer” y el caso de Papín Rodríguez Simón, princpal responsable del armado de la mesa judicial macrista y prófugo en el Uruguay parece no tener punto de contacto con las mafias y el poder.

Su socio y mano derecha, el diputado Gerardo Milman cayó en desgracia después de verse involucrado en el atentado contra Cristina y que comenzaran a saltar otras irregularidades como dádivas, la gran cantidad de asesores y hasta enrriquecimiento ilícito.

Tampoco dijo nada, con la venia de Di Marco, del escándalo de los chats que se filtraron y prueban los vínculos espurios entre la Corte y el macrismo.

Roberto Cachanosky ofició de expectador de lujo desde su casa pero sin meter bocado.