La oposición está cada vez más desdibujada. Es que el desastre que hicieron cuando les tocó gobernar, sumado a la nueva unidad que armó el panperonismo y el kirchnerismo que está logrando sortear la pandemia, los tiene mal.

Y un reflejo de ello es el crecimiento de El Dipy como figura de la oposición. Pero la cosa no durará mucho. Porque alcanza con unas palabras del periodista Diego Brancatelli para desarmar la escalera política de escarbadientes que montaron para el cumbiero.