En uno de sus últimos cambios de humor, la diputada Elisa Carrió decidió retroceder sobre sus pasos y retomar su vieja cruzada contra los sectores de la inteligencia, la ex SIDE rebautizada como AFI, la cual está al mando de Gustavo Arribas uno de los hombres de máxima confianza del presidente Macri.

A partir de las revelaciones del falso abogado Marcelo D´Alessio, el destape de un sistema de espionaje político y mediático el cual tenía un fuerte arraigo e importancia para el funcionamiento de la justicia en función de la 'causa de los cuadernos', la primera reacción de la diputada fue la de contraatacar acusando al juez de Dolores Alejo Ramos Padilla de formar parte de una operación kirchnerista, originada y planificada desde la cárcel. Una teoría que duró bastante poco por su inconsistencia.

Sin embargo, este lunes volvió a proclamar esa función de la que tanto se jactó, y reclamó el tratamiento de un proyecto que elimine las leyes por las cuales fueron creadas tanto la SIDE como la AFI, para crear un organismo transparente que se limite a coordinar "las fuerzas de seguridad en la prevención y el combate del crimen organizado y el terrorismo".

"La Mesa Nacional de la Coalición Cívica ARI y su bloque de diputados nacionales ratifica su convicción de que que la única medida eficaz para combatir el espionaje ilegal en Argentina es eliminar la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y crear en su lugar un organismo que solo coordine a las fuerzas de seguridad en la prevención y el combate del crimen organizado y el terrorismo", explicitó en un comunicado el partido de la diputada que conformó Cambiemos en 2015, pero que siempre mostró sus diferencias.

"En el año 2016, a poco de llegar Cambiemos al gobierno, Elisa Carrió presentó en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley para reformar estructuralmente el sistema de inteligencia nacional, mediante la derogación de las leyes que crearon la AFI y la ex Secretaria de Inteligencia de Estado (SIDE), para ser reemplazadas por un nuevo sistema nacional de investigación, transparente y acorde con las garantías constitucionales que deben regir en un Estado de Derecho", recordaron.

La reacción también podría leerse como una estrategia de cara al ocultamiento de lo que intenta desentrañar el magistrado Ramos Padilla, ya que en lugar de sumarse y aportar en el apoyo político que necesita una investigación que ya hace crujir las antiguas estructuras de Comodoro Py, Carrió supone arrancar de cuajo a un grupo de gente sin pensar en el debido juzgamiento. Sobre todo la sospecha se sustenta en la inexplicable enunciación que elaboró en Canal 13, pocos días atrás, embarrando la cancha y adjudicándose tareas de "contra inteligencia".

"El oscuro y podrido mundo del espionaje, las amenazas y las operaciones terminarán cuando un mensaje claro en su contra sea enviado desde el Estado y desde la dirigencia política", agregaron desde el bloque que lidera Carrió.

Elisa Carrió: "Lorenzetti es parte de la banda"