Sin duda, todos los que tienen una vida de militancia, o al menos cualquiera que alguna vez haya ido a una movilización social, se dio cuenta que algo no cuadraba con las imágenes que se vieron en Plaza de Mayo en la última marcha convocada supuestamente por Santiago Maldonado. 

Luego del cuerpo hallado en el río Chubut, y a pesar de que los organismos de Derechos Humanos negaron una marcha a la Plaza, un escueto grupo de no más de 300 personas se hizo presente frente a la Rosada. 

Algunas personas aisladas decidieron ir igual, pero otros llamaron soberanamente la atención, como por ejemplo los integrantes de la desconocida organización "Resistencia Popular": una ignota agrupación que de repente apareció en las inmediaciones del Cabildo.

Los medios oficialistas que se hicieron eco de la noticia, como Clarín por ejemplo, hablaban de "agrupaciones de izquierda y algunos jóvenes encapuchados". Otros como Infobae los marcaron de "militantes de organizaciones sociales y políticas de izquierda" que se movilizaron. Pero, a pesar de la presencia de algunas organizaciones ligadas a la izquierda, la realidad es que la procedencia de estos grupos es una incógnita.

Pero analizando un poco las imágenes, uno puede encontrar varios detalles que llaman la atención. Por ejemplo el buen estado de la indumentaria, como si habría sido confeccionada particularmente para la ocasión. O la inexistencia de mochilas en los manifestantes (generalmente los movilizados suelen llevar mochilas o riñoneras con elementos personales, sobre todo en una marcha que lleva varias horas).

Otro dato que resalta este diario, es la prolijidad casi unánime en la disposición de esta supuesta organización, todos con el pelo corto, todos con pañuelos casi iguales, y sin rasgo alguno de espontaneidad.

Hasta las pintadas que se hicieron al Cabildo llamaron la atención, como la que decía "Santiago Maldonado es anarkista"... con "k". Incluso, el monumento patrio fue escrito por un escueto grupo de personas ante la mirada del triple o cuádruple de personal policial, que dejó accionar a libre albedrío. Resulta raro, y más en un Gobierno que toma a la represión como una política de estado. 

Esto se suma a las denuncias en movilizaciones anteriores (como la primera y la segunda por Santiago Maldonado) donde los incidentes fueron ocasionados por grupos similares al que describimos, sin banderas políticas, con vestimentas parecidas, encapuchados y con una notoria falta de -como dijimos anteriormente- espontaneidad en su accionar.